jueves, 7 de abril de 2011

Lo que dejamos atrás

Escondido en el primer pensamiento que tu mente logra recordar, tiempo atrás, perdido en la memoria de una infancia cada vez más lejana, junto a ti, despierto o dormido, han estado presentes esos fragmentos de una realidad paralela que tantas veces hubieras deseado que fuera más secante, llegándose a confundir con la mismísima realidad.

En ocasiones has sido mero espectador de la fantasía desatada por tu cerebro, en otras, has intentado dirigirlos, creando imaginarias y etéreas construcciones mentales, tan hermosas como frágiles, tan ciertas como ilusorias, rotas una y otra vez en mil pedazos.

Has soñado con el amor, con el triunfo, con el futuro e incluso con el pasado. Has viajado por el mundo y por el interior de tu mente, has escalado las más altas cimas, esperando que al otro lado se encontrara, por fin, el paraíso.

Y siempre, el final, fue el mismo. Un despertar repentino, un postrero e inútil intento de conservar los últimos destellos del sueño, apretando los ojos aferrándote a su recuerdo, intentando que no se perdieran del todo y para siempre.

Y siempre, y a pesar de caer derrotado una y otra vez, conservando la esperanza de que en algún momento, aunque fuera tan solo una vez, tus sueños se convirtieran en realidad.
Algunos de vosotros entráis hoy aquí esperando mi habitual despedida anual pero este año no, no me voy a despedir.
Considero que en muchos aspectos de mi vida ha sido un año lleno de éxitos cimentados en un trabajo y sacrificio perenne y extinto, satisfacciones que no son fruto del devenir de un solo día; de reencuentros y despedidas, algunas demasiado duras que aún no puedo asumir…

Sigo superándome en el mundo onírico, pero ya no intento retener los últimos destellos, ya no; me creo los míos propios con la primera luz del sol, intentando que no se pierdan del todo y para siempre.

Pese a todo no quiero perder el tiempo despidiéndome, quiero seguir viviendo con ilusión lo que queda de año, porque una sola mirada lo puede cambiar todo, porque una sola mirada lo ha cambiado todo . . . creando imaginarias y etéreas construcciones mentales tan hermosas como frágiles, tan . . .


31 Diciembre 2010

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