domingo, 10 de mayo de 2009

Viajando...

Un rostro alicaído, preocupado
Camina por lugares empedrados
A su paso las luces se convierten
En paneles de miel sin dulzura.
las obreras campan por el bosque
e incluso los zánganos no pululan a la reina
Muerta quizás.

Camina dejando un solo rastro.
Sus ojos vuelven a sonreir,
lleno de cal huele algo familiar…
lo está logrando.
A lo lejos distingue el peligro
un último esfuerzo, son molinos
nada más, los peces ya saltan
Has llegado a la meta.

Tu premio es manzanilla
y ese abrigo rojo.

Todo lo ves rojo hoy,
Mañana es un día duro

Basado en sueños reales...

Languidecía la tarde… entre los edificios de la ciudad encantada el sol se iba escondiendo…

Un joven esbozaba una sonrisa, pero no había risas en el ambiente, era una sonrisa de alivio…la fría brisa le daba en la cara produciendo una sensación de aturdimiento y lucidez al mismo tiempo.

Sin entender como, apareció en una plaza, de la cual salían tres calles…las tres calles eran cuadros pintados que representaban el mismo paisaje, una calle ancha rodeada de edificios…pero solo eran cuadros… parecían puestos allí con la intención de impedir la salida de la plaza si no era por el camino de ida…

Un señor mayor se acerco al joven y pidió q le diera la mano, ‘salúdame decía’ y el joven se fijo en los cuadros haciendo caso omiso, aunque el señor se puso a jurar en hebreo…

El joven se dio la vuelta y mirando fijamente admiró la belleza del lugar, en ese momento se sintió diferente, no se puede decir que estuviera a gusto, que se sintiera bien pero no podía dejar de mirarlo, ni los improperios soltados por el señor le sacaban de su ensimismamiento. De repente, el señor se dirigió hacia él con gesto tosco y mirada furtiva, pero el joven no reaccionaba, estaba hechizado por la peculiaridad de la plaza…

El señor pasó sin rozarle y se unió a un grupo de personas que hasta entonces habían pasado desapercibidas para sus ojos.

Una mujer con un pelo precioso, rubio con tirabuzones, con buena presencia se dirigió al joven:
-te unes al grupo¿?
*Donde vais?¿
-solo paseamos…
*me gusta pasear pero sin pensar…
solo admirando la majestuosidad de por donde me muevo. Sin rumbo, sin elegir las calles, son las calles las que me eligieron hace tiempo. Ahora no se donde estoy, que era esa plaza o donde estaba ese lago que ahora contemplo
-que no la hayas visto antes no quiere decir que no haya estado aquí siempre…te ha molestado ese hombre¿?
*no, pero era extraño. Parecía…
-loco?¿…y quien no lo está, es que tu has venido de visita al psiquiátrico?¿ ya somos demasiados aquí y llegará el día en que seamos mas y tendremos q meter a los normales aquí
*pero si esto es maravilloso
-y que haremos cuando los locos seamos mas que los cuerdos...quien será el loco¿?

Esta frase resonó en la cabeza del joven resultándole familiarmente conocida…

Entonces un profundo dolor en su pie izquierdo le hizo despertar…había olvidado todo pero la palabra loco retumbaba aún en su cabeza

Cuando el miedo te rodea

Ayer te preguntabas que tanto has vivido
como es que olvidaste lo importante que es vivir.

Y hoy te diste cuenta de que no has vivido lo suficiente...

Que no ha bastado todo lo que has vivido...
para darte cuenta de todo lo que has sufrido.

Que te has olvidado de todo aquello que en este momento es tu prioridad...

Que aun no has sabido vivir...
que no sabes vivir.

Que te has ocupado tanto por cosas sin importancia, como cuando te preocupaste por nada, como cuando no supiste valorar muchos momentos importantes en tu vida y que no has sabido atraparlos en tu memoria.

Que recuerdas mas la ultima vez que lloraste; que cuando reíste,

Y ahora solo sabes que en algún momento dejaste que tu vida se esfumara...
que estas dejando poco a poco se vaya extinguiendo y sin saberlo.
Ahora no sabes donde estas o que debes hacer, tienes tantas cosas y no son tan importantes, vives y no lo sientes.
Te has dado cuenta que te has perdido de sentir por no sufrir, que te has perdido de reír; por no llorar, sin darte cuenta de que al sonreír puedes ser feliz.

No has sabido valorarte lo suficiente, como para darte cuenta de que puedes hacer mucho por los demás empezando por ti y tener la plena satisfacción de que eres un ser útil, que puedes si te lo propones y si así quieres, hacer maravillas por ti.

Tuviste la oportunidad de agradecer a todos aquellos con los que has compartido momentos y no lo has hecho... es el momento idóneo de hacerlo.

Reflexionando pides gracias a Dios por prestarte un cachito de vida, por regalarte a este mundo en el cual vives, a tu familia por estar siempre a tu lado; a tus amigos por estar aun cuando no los necesitas, a esa persona a la que quieres y amas tanto y que no lo sabe...porque no sabes hacérselo saber
hoy te diste cuenta que no es tarde, que aun puedes cambiar y ser mejor, que el tiempo de vida no ha sido suficiente como para aprender a vivir y apreciar lo hermoso de esta vida y que hoy tienes la oportunidad de ser y sentir.
Que hoy puedes empezar nuevamente a vivir...

Don Manuel

Y es la hora de leer decía, aquella dulce y pausada voz que cortó la educación de un espabilado niño de colegio privado y a la vez me hizo soñar, soñar con que era aladin. Elegí ese libro entre toda mi colección de cuentos disney para compartir con mis compañeros; no sé porqué, quizás me atraía la idea de volar… a partir de que doña Mari Carmen me metió el gusanillo no he parado de volar, de imaginar de montar la película en mi cabeza. Don Ángel fue algo más que un profesor, me trataba diferente a como me habían tratado nunca, siempre intentó no cortarme las alas, no frenar mi progresión pero con estás llego doña Nunchy , don Antonio, don Pedro mientras en la dirección se sucedían doña Fuencisla y don Luis.

Siempre con su atuendo elegante, puntual y eficiente, ahí estaba manolo, no tiene título de Don ni de Sir, decían alguno de los envidiosos profesores pero era mi favorito, él era quien tocaba la alarma de salir de clase y del recreo, también para entrar, pero me gustaba ese sitio, no me importaba estar allí el resto de mi vida y todo por una persona que nunca me “enseñó”. Siempre tenía un comentario amable, un chascarrillo, una amplia sonrisa para abrirte la puerta cuando llegabas tarde. No puedo me repetía cuando le rogábamos que ampliara dos minutos el recreo porque ibamos empate, no puedo de verdad, y no todo es ganar, mañana tendrás otra oportunidad. Nunca nos echó del colegio cuando nos colábamos a jugar aunque siempre nos vio, nunca aparecía en las competiciones y fiestas, no le gustaba el protagonismo, pero siempre se interesaba no por los ganadores si no por los participantes, observaba como un padre observa a su hijo fallar una canasta o hacer diana, con aplomo y orgullo .Él sabía porque cada alumno iba al médico, qué le dolía, cómo y porqué, y al volver entre horas se interesaba, te comentaba la jornada pasada y te deseaba una feliz y silenciosa estancia en el aula. Cuantas veces cruzamos miradas en el pasillo tras oír la palabra expulsión, sonrisas regalaba que me hacía sentir culpable, incluso a él le preocupaba, lo sé; aun así nunca llego a decirme nada más que, cómo va el fútbol? Que tal el examen de ayer? Porque lo sabía todo. Tiempo después de abandonar el colegio y después de tantos años en los que la inmensa mayoría de la gente no me reconocería, sigue parándose en la calle a saludarme, no sólo a mi, no fui especial, fui uno más de todos los que pasaron por ahí, aunque para él sería más correcto decir que todos somos especiales. Ni siquiera sabe mi nombre y no hay un día que vea aunque sea de soslayo y no me desee los buenos días o las buenas tardes. Ha visto pasar por su puerta, profesores, médico, ingenieros, políticos, amas de casa, periodistas, actores, papa noel, los reyes magos, alguna que otra oveja, carteros, economistas, agricultores, tenderos, padres, tíos, hijos, hermanos, fontaneros, carpinteros, cocineros…

Siempre con su atuendo elegante, puntual y eficiente ahí sigue Don Manuel