Siempre con su atuendo elegante, puntual y eficiente, ahí estaba manolo, no tiene título de Don ni de Sir, decían alguno de los envidiosos profesores pero era mi favorito, él era quien tocaba la alarma de salir de clase y del recreo, también para entrar, pero me gustaba ese sitio, no me importaba estar allí el resto de mi vida y todo por una persona que nunca me “enseñó”. Siempre tenía un comentario amable, un chascarrillo, una amplia sonrisa para abrirte la puerta cuando llegabas tarde. No puedo me repetía cuando le rogábamos que ampliara dos minutos el recreo porque ibamos empate, no puedo de verdad, y no todo es ganar, mañana tendrás otra oportunidad. Nunca nos echó del colegio cuando nos colábamos a jugar aunque siempre nos vio, nunca aparecía en las competiciones y fiestas, no le gustaba el protagonismo, pero siempre se interesaba no por los ganadores si no por los participantes, observaba como un padre observa a su hijo fallar una canasta o hacer diana, con aplomo y orgullo .Él sabía porque cada alumno iba al médico, qué le dolía, cómo y porqué, y al volver entre horas se interesaba, te comentaba la jornada pasada y te deseaba una feliz y silenciosa estancia en el aula. Cuantas veces cruzamos miradas en el pasillo tras oír la palabra expulsión, sonrisas regalaba que me hacía sentir culpable, incluso a él le preocupaba, lo sé; aun así nunca llego a decirme nada más que, cómo va el fútbol? Que tal el examen de ayer? Porque lo sabía todo. Tiempo después de abandonar el colegio y después de tantos años en los que la inmensa mayoría de la gente no me reconocería, sigue parándose en la calle a saludarme, no sólo a mi, no fui especial, fui uno más de todos los que pasaron por ahí, aunque para él sería más correcto decir que todos somos especiales. Ni siquiera sabe mi nombre y no hay un día que vea aunque sea de soslayo y no me desee los buenos días o las buenas tardes. Ha visto pasar por su puerta, profesores, médico, ingenieros, políticos, amas de casa, periodistas, actores, papa noel, los reyes magos, alguna que otra oveja, carteros, economistas, agricultores, tenderos, padres, tíos, hijos, hermanos, fontaneros, carpinteros, cocineros…
Siempre con su atuendo elegante, puntual y eficiente ahí sigue Don Manuel
No intentaré igualarte,ni superarte,ni tampoco deslumbrarte con un comentario elocuente o con una riqueza lexica de la que carezco.
ResponderEliminarHay tantas cosas que me gustaria decirte,hay tantos puntos que me gustaria discutir contigo.
Defectos que seguramente no conoces,criticas,dones,temores,ideas, etc...
No puedo escribirlas porque yo no soy de escribir,yo soy de hablar,me gusta ver a los ojos a una persona cuando hablo con ella,pero desgraciadamente no podemos vernos muy a menudo,tampoco querria por motivos que de nuevo no te puedo explicar,por lo que se hace un circulo vicioso.
Solo te escribo porque quiero que sepas que comparto ciertas ideas contigo,que me encantaria hablar un monton de ello,pasarme el tiempo que hiciera falta,pero no puedo,ni debo.
Algun dia quedaremos y nos lo contaremos.
Y te dejo un avance :
NUNCA ME LLEGASTE A CONOCER.Para mi "tu eras mi futuro" y no me dejaste enseñartelo,se subestimaste y me hiciste que te enseñara un lado horrible,el peor que pude tener.
Tampoco quiero que pienses que soy una despechada que me quede anclada en el pasado que no pude olvidar algo que tampoco fue tan trascendental pero algo de importancia tiene pues no quiero ser la loca del pasado,quiero ser la amiga que no pudiste conocer.